jueves, 19 de abril de 2012

Y yo sola en la parada, en frente de tu piso. De tu piso con sofás color café. En lo más alto, donde yo pareceré pequeña. Más de lo que asimilas que soy normalmente para ti, más minúscula. Miro con dísimulo, de vez en cuando, hasta que la luz de tu ventana se apaga y me coloco el pelo leyendo desinteresadamente mi libreta de apuntes, vacía. Y bajas, abres la puerta, te asomas y te colocas bien el gorro de invierno. Eso me recuerda que hace frío, aún que apenas lo siento. Me ves y saludas con la mano, acto seguido cruzas y trato de parecer lo más absorta en mis asuntos que puedo.
-¡Daniela! ¿A quién esperas, tan pronto?- Pregunta cruzándose de brazos con gesto de frío y sus ojos azules brillan aún más de lo normal.
-Te espero a ti. No, nada, el autobús, que se retrasa...

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