Y escribía aquellas páginas en una libreta garabateada, en algún lugar, al final del arcoiris.
viernes, 13 de abril de 2012
Siempre serás el último en irse.
Recuerdo vagamente tus ojos castaño oscuro. Los recuerdo porque me perdí mil veces en ellos, naufrague, me hundí, pero salí a flote. Tengo todavía el mismo erizar de piel que cuando tus manos rozaban mi cadera, como si siguieras aquí y no quisieras irte. Un fantasma de lo que fue, que me tortura con verdades. Con recuerdos que no quiero recordar, pero irónicamente, daría vidas por revivirlos. Una vez más. A tú lado.
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