martes, 13 de septiembre de 2011

Tú, eres así. Tan cuidadoso conmigo. Tú eres diferente, persigues mis impulsos, como persigue una pequeña a una bonita y delicada mariposa. Y me mientes, te vas, luego vuelves. Pero aun así, te amo. Eres la única forma que tengo de desconectar. Yo lo hice, deje todo por ti. Y no me arrepiento, por que lo hice por ti. Pequeño, quieres jugar. Me abrazas, me haces reír. Idiota, sabes que me encantas. Tus besos, callando mis miedos. Dejando todo atrás corriendo tras de tí. Principe azul...
Es todo tan fácil de tú mano...No tengo miedo a caer, tu me agarrarás, ¿Lo harás? Por qué confió en tí más que en mí. Me encanta cuando me ignoras. Así es como el león se enamoró de la oveja. Un león egoísta y masoquista. Una oveja idiota e ignorante...
Pero, tú. Eres tan indiferente, tan imprescindible...No entiendes, que yo moriría por ti. Se que soy pequeña para querer, pero soy mayor para olvidar. No, no te mentiré, esto no está bien. Pero te quiero.
Me llevas lejos jamás pensé en esto. Pareces tan increiblemente encantador, y tan imbécil a la vez...Cariño, déjalo. No pienses en mí, yo estoy bien. No quiero que te preocupes! Puedo seguirte, dónde sea.
He vivido siempre en la oscuridad. En una noche sin luna, sin estrellas. Y de repente apareces tú, un sol en pleno mes de Agosto. Jodidamente perfecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario