lunes, 2 de enero de 2012

Todo empezó un 3.

Todo empezó aquel 3. Empezamos despacito, con paso seguro. El tiempo fue pasando, mucho más rápido de lo que nos habíamos imaginado. Y sin darnos cuenta, las cartas se escribieron solas, las palabras se pronunciaron de forma natural. Y así, una improvisación se convirtió en una nuestra forma de vivir. Y ahora estamos aquí, después de tantas discursiones. Sin avisar...sin pensarlo, sin arrepentirme, tu te convertiste en la persona más importante de mi vida.
(Te prometo que tendremos muchos más meses por delante.)

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