Nadie como tú para hacerme sonreír. Si pasa, que pase contigo. Y la historia dice pues que la princesa se casa con el principe, que el hada aprende a volar, que el perro encuentra un hogar. La mía (la nuestra) empieza y termina con un "Eternamente nuestros."
Será una eternidad suficiente para calmar el interminable deseo de comerte a besos en cuanto te veo?
(Aprobecho para deciros que escribo un nuevo blog, "Impulso Maniatado." Pasaros :)
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