domingo, 7 de agosto de 2011

1º Capítulo nuevo libro.

Sentí como el sol bronceaba mi espalda. Mi pelo castaño caía sobre mis hombros. Mi cara sobre la toalla, ladeada, pensando... Una voz me despertó.
-No hemos venido a la playa para dormir, Vamos a dar un paseo.
Su voz sonaba aburrida, estaba cansada de sentarse a mi lado escuchando mis "Dentro de 10 minutos". Me movió un poco. Con un suspiro me levante, sonriendo.
-Tengo sueño.- Le dije, sentándome con las rodillas flexionadas a un lado y mirándola fijamente sin hacer ningún gesto. Ella se encogió de hombros, sonriendo orgullosa de que me hubiera levantado al fin. Me agarro la mano y se levanto, tirando de mí.
-No me importa, ahora vas a acompañarme y vamos a dar una vuelta por el paseo.- Suspire de nuevo y me levante. Yo era una joven no muy alta, delgada, de ojos verdes y pelo castaño, con apenas algunas pecas en la cara y piel no muy pálida, pero sin rastros de espinillas.- Y si te portas bien, te compraré un helado.- Reímos las dos, siempre conseguía sacarme una sonrisa.
- De fresa.- Dije con un tono musical en mi voz, sonriendo.
Nos calzamos y tras recoger todo, subimos al paseo. Estaba lleno de comercios, cafeterías y puestos de trenzas, pulseras, bikinis, etc...
Mientras caminábamos yo observaba las tiendas, algunos escaparates llamaban mi atención, también me fijaba en algunos puestos, aun que no solía comprar en ellos.
Unos chicos se pasaban el balón mientras corrían empujando a algunas personas que caminaban tranquilamente, gritando como locos, elevando las manos cada vez que a alguno se le escapa el balón. Yo permanecía distraída, cuando uno de aquellos chicos choco contra mí tirándome al suelo.
-¡Imbécil!- Grite en el suelo. Seguí insultándolo mientras él me ayudaba a levantarme. Él se reía un poco, entre dientes y sonreía amablemente.
-Hey, hey. hey...- Intento llamar mi atención girando mi cara con delicadeza para que le mirará.-¿Estás bien?
Me mire de arriba abajo, suspire enfadada.
-Si, estoy bien, pero quizás deberías fijarte más.- Carla se acerco, riendo. Hizo un gesto al chico, para que no se preocupará.
-Quizás sí.-Se río y se rasco la nuca.- Bueno damas, yo me voy, mi amigo se impacienta.- Y así era, el joven de pelo castaño, al contrarió de este que era rubio y de ojos verdes, hacía gestos con las manos a la vez que daba toques con el balón. Hice una mueca, el se alejo y Carla comenzó a reírse exageradamente. La abraza mientras caminábamos, y mientras me sacaba de la cabeza la sonrisa de aquel joven entramos en una cafetería.

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